miércoles, 19 de diciembre de 2007

Tú no estas solo. ¿Recuerdas cuando la semana pasada tu-
viste la sorpresa de ver crecer en el patio un girasol?
Llegaste a la conclusión de que era el viento
quién había transportado
una semilla. Una semilla,
al parecer insignificante, contenia en ella
la flor
futura. ¡Ése grano sabía de alguna manera qué planta

iba a ser; y esa planta no estaba en el futuro:
aunque inmaterial, aunque
sólo un designio, allí
mismo existía el girasol, flotando en el viento,

durante cientos de kilómetros. Y no sólo estaba
allí la planta, también la ado
ración de la luz,
los giros en pos del sol, la misteriosa unión con
la estrella
polar, ¿y por qué no? una forma de conciencia.



1 comentario:

danyelon dijo...

mm.. porque me parece que nos llevariamos tan mal..